miércoles, 26 de julio de 2017

La mezquita de Getafe se convertirá en centro social


Miembros de la asociación Al Falah de Getafe durante la protesta contra el cierre de su mezquita, el pasado miércoles.
Miembros de la asociación Al Falah de Getafe durante la protesta contra el cierre de su mezquita, el pasado miércoles. VÍCTOR SÁINZ 
El Ayuntamiento de Getafe (gobernado por PSOE e IU) llegó ayer a un acuerdo con Al Falah para no cerrar la mezquita que la entidad tiene en Getafe, si bien deberá convertirse en un centro social. La comunidad musulmana se ha comprometido a presentar una relación de al menos cinco locales que cumplan los requisitos como centro de culto antes del 11 de agosto, ya que el espacio que usaban como mezquita no cumple la normativa. Sobre el local, situado en la calle del Doctor Barraquer, pesaba una orden de cierre que debió ser ejecutada el 12 de julio.
Lo impidió entonces una concentración de unas cien personas. Ante la imposibilidad de desalojarles, representantes públicos y de Al Falah, que opera en el barrio de Las Margaritas, llegaron a un acuerdo para posponer el cierre. La clausura se retrasó hasta el 18 de julio, algo que tampoco sucederá. La sede seguirá abierta siempre que albergue una finalidad social.
“Un centro social hace más ruido que una mezquita”, sostiene Mohamed Salah, vicepresidente de Al Falah. Aun así, valora positivamente el acuerdo: “Es lo mejor que hemos podido sacar”. En opinión de Salah, el acuerdo incluye que el centro actual permanezca abierto como centro religioso hasta el 30 de septiembre, algo que rechaza de lleno un portavoz municipal: “Eso no forma parte del acuerdo firmado”. Un portavoz municipal explica que el local no es un centro de culto y que por tanto no se puede llamar a la oración en él. “Otra cosa es que alguien esté trabajando allí y sea la hora del rezo”, añade.
Salah afirma que su organización ya busca un espacio alternativo donde poder rezar. Será un local céntrico, confirmó ayer. Sin embargo, el objetivo es seguir en la calle del Doctor Barraquer, por eso los técnicos municipales van a estudiar cómo ganar los 20 centímetros de altura que faltan para cumplir con la normativa.
La alcaldesa, Sara Hernández, aseguró ayer que su gobierno seguirá trabajando “para resolver los procesos administrativos como este con todas las garantías”. Además, resaltó que en Getafe “no existen problemas de convivencia”.

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