miércoles, 1 de noviembre de 2017

las iglesias que fueron decoradas con huesos humanos

La tétrica tendencia arquitectónica y decorativa surge por unas particulares circunstancias históricas y un contexto de necesidad

When there's no more room in Hell the dead will walk the Earth
—Dawn of the Dead


No hace falta recordarlo, aunque a menudo cueste asimilarlo: la muerte es inevitable. Sea cual sea el lado de las creencias y la espiritualidad en el que te encuentres, cada visión cosmogónica de ese paso ineludible, como contraparte de la vida, es válida. Los mexicanos celebran a sus muertos y, en cierto modo, les rinden culto. En Sulawesi, Tana Toraja, una de las más de 17.000 islas de Indonesia, los aborígenes entierran los cadáveres de los niños en árboles y una vez al año desentierran las momias de sus familiares y las pasean en un desfile. ¿Tétrico? Quizá, pero todo tiene un sentido y no son más que maneras de rendir un tributo, desde la vida, a los que ya no están.

En el siglo XIV la peste negra, considerada como una de las pandemias más desastrosas que ha azotado a la humanidad, cobró la vida de más de 50 millones de habitantes en el continente europeo. También fue denominada como la peste bubónica, ya que la enfermedad se manifestaba en la inflamación de los ganglios linfáticos de axilas, ingles o cuello y a esa hinchazón se le conocía como bubón. Cuando la pandemia comenzaba a menguar, los años venideros pintaban difíciles, pues era tal la cantidad de cuerpos que necesitaban santo sepulcro que los cementerios e iglesias no eran suficientes para albergarlos a todos.

El triunfo de la muerte [Pietr Brueghel, 1562]

En los años previos a la peste, las iglesias europeas contaban con cuartos designados para resguardar los cuerpos de los creyentes finados. Sin embargo, esos espacios fueron rápidamente ocupados con los restos hacinados de los caídos, cuando la enfermedad alcanzó su pico más alto. Por ello se originó una nueva corriente religiosa y artística, que básicamente consistía en decorar iglesias completas con huesos humanos y que continuó hasta el siglo XVIII aproximadamente.
A simple vista y en un plano general, puede que esta corriente arquitectónica luzca francamente tétrica. No obstante, surge de las circunstancias y de un contexto excepcional. Dado el alto número de muertes en periodos concretos en Europa por pandemias, epidemias y guerras, la Iglesia encontró en esta forma de decoración una respuesta para economizar espacio en el sepulcro de los creyentes. Aun así, los huesos que decoran lugares santos fungen como un recordatorio de la fragilidad de la vida humana en el planeta y la existencia efímera de las personas. Por esa razón te presentamos 6 templos sagrados decoradas con esqueletos humanos.

El Osario de Sedlec (República Checa)



Es una capilla que resguarda en su interior más de 50.000 esqueletos humanos, acomodados estéticamente en paredes y ornamentos, como candelabros, escudos y esculturas enteras de cráneos, tibias y fémures. La historia cuenta que en el año 1.400 fue construida una iglesia en el centro del cementerio. El recinto contaba con una capilla en el sótano, que se habilitó como un osario (espacio dentro de un cementerio donde se entierran los huesos que fueron sacados de las criptas). A los cuerpos que fueron exhumados por la construcción se les asignó su sitio final de descanso dentro de la capilla. Actualmente el Osario necesita labores de restauración, lo que deja al aire una pregunta: ¿cómo harán los restauradores para cumplir con el cometido?

Capela dos Ossos (Evora, Portugal)



Pareciera ser una modesta capilla del siglo XVI situada en el centro del país. Sin embargo, alberga 5.000 huesos incrustados al cemento, de piso a techo. En la entrada de la capilla se le una inscripción: “Nos ossos que aquí estamos pelos vossos esperamos” que traducido al español significa “los huesos que aquí estamos por los vuestros esperamos”.

Santa Maria della Concezione dei Cappuccini (Roma, Italia)




Otro ejemplo de templo modesto y sobrio por fuera, pero que en cuyo interior guarda un macabro secreto. La iglesia de Santa María de la Concepción de los Capuchinos, construida en el siglo XVII, alberga los restos de los hermanos capuchinos y se encuentra dividida en cinco capillas decoradas con los restos de 4.000 creyentes. Incluso se pueden apreciar esqueletos completos ataviados con el hábito de la Orden Capuchina y en una de las entradas de la cripta se lee la inscripción: “Noi eravamo quello che voi siete, e quello che noi siamo voi sarete”, que en español significa “somos lo que eres y lo que somos serás”.

Kaplica Czaszki, Capilla de las Calaveras (Czermna, Polonia)



La capilla se encuentra situada en la iglesia de San Bartolomé y en su interior cuenta con más de 20.000 huesos. Fue construida por el sacerdote de la localidad y un sepulturero, cuyos restos se encuentran situados justo al centro de la capilla para honrar su memoria. En cuanto a otros restos mortales que residen ahí, se cuentan los del alcalde de la época cuando fue construida, así como el particular caso de una persona con gigantismo. 

Hallstatt Beinhaus, Casa de los Huesos (Hallstatt, Austria)



La Casa de los Huesos de Hallstatt es un pequeño osario donde se encuentran más de 1.200 cráneos. La costumbre era escribir en las calaveras el nombre del difunto e incluso pintarlas con flores, hojas de laurel o cruces, a modo de honrar lo que significaron y fueron en vida.

Catacumbas de San Francisco (Lima, Perú)



La costumbre de decorar iglesias con huesos no se desarrolló exclusivamente en Europa. Las criptas del Monasterio de San Francisco fueron empleadas hasta principios del siglo XIX y sirvieron para dar sepultura a miembros de cofradías y hermandades. En ellas había bóvedas designadas para colocar los féretros donde vertían cal viva y tierra para acelerar el proceso de descomposición y posteriormente utilizar los huesos para decorar, de forma concéntrica y simétrica, los largos pasillos de las catacumbas.

Fuentes
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Hay lugares que sin duda alguna te pondrán los pelos de punta y te causarán la grima más intensa. Ejemplo de ello es el templo de las ratas y otros sitios de la India que te perturbarán.

Claudia Gómez

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